Entrando el otoño con el veranillo de San Miguel

El otoño acaba de iniciarse con un tiempo cálido y agradable.

Los agricultores están en pleno rendimiento con el chissel. Prácticamente todo el término está pasado con el chissel, en pocas localidades se ve esto. La previsión de los almazuleños es grande ante un tiempo tan cambiante.

Las lluvias de la pasada semana y las temperaturas tan suaves han hecho aparecer a las setas.

 

Las zarzas dan las moras tardías, pero aún así muy dulces.

 

Los girasoles se vuelven ya de color negro como el futuro de los pueblos sorianos, y a lo largo del mes serán cosechados.

 

 

En cuanto a los humanos, en el pueblo solamente quedan ya los fijos. Los variables, ya no sabemos si vamos o venimos o desvariamos. Queda una población muy mermada, pero fija y estable, que son los que realmente mantienen el pueblo. Ojalá fueran indestructibles, aunque se cree que ya lo son. Aguantan y soportan todo, incluso el aislamiento permamente.