Un año más Almazul cumplió con la tradición. Seremos más mayores y menos personal, pero la costumbre se mantiene.
El tiempo no acompañó. Fue un día de mucha lluvia y frío, bajando la temperatura a 4 grados y con viento helador.
Como anécdota y a la vez tradición se cumple, en la procesión no se mojó la imagen de la virgen, y eso que el viernes estuvo todo el día lloviendo, excepto a las 19:00 horas que es cuando salió la Virgen de la Soledad de procesión. El viernes fue el día más lluvioso de Semana Santa, 24 litros de agua según el SAIH del Ebro.
El campo está muy verde y húmedo después de varios días lloviendo. Un verdor que se mezcla con el ocre del barro y de los charcos que se van acumulando en las parcelas.
El Centro Social se mantuvo abierto estos días, y fue el lugar de encuentro para el pueblo de Almazul para entablar conversación y jugar al guiñote.
Vamos cambiando y envejeciendo con los años, pero hay personas que se mantienen intactas. Prueba de ello dan las fotografías expuestas en el salón que cuesta distinguir de qué año son; si son actuales o anteriores, son tan invariables como la imagen de la Virgen de la Soledad y del Rosario. Tiene que ser el clima almazuleño, la alimentación o la genética.
¡Qué la virgen nos proteja otro año más!
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