jueves, 13 de febrero de 2020

Punto limpio en Gómara

Se recuerda que hay un punto limpio a 9 km de Almazul. Se encuentra en Gómara.

Para mantener el pueblo limpio es fundamental hacerlo entre todos.

La naturaleza es un bien común. A veces los urbanitas se olvidan, pero los rurales suelen cuidar y deben cuidar el medio ambiente.

Hace ya largos años, existía una especie de basurero comunitario en las Eras de Almazul que cada cierto tiempo se quemaba (controladamente) para limpiarlo. Realizar esto hoy en día sería algo inviable y la multa podría ser monstruosa.

Ni que decir de la escombrera en el camino de Peñalcázar (también llamada la escombrera el Corte Inglés, por la variedad de artículos que se encontraban), donde el pequeño barranco iba desapareciendo con los escombros y la basura que iban dejando los vecinos de Almazul. 
Hoy todo esto está totalmente prohibido y es irresponsable.




Según diversos estudios, el 80% de lo que desechamos al contenedor son residuos orgánicos, el resto es papel, vidrio, plástico... todo ello es la mayoría de las veces reciclable.

Hace unos años en Almazul los desperdicios eran mínimos, ya que todo se aprovechaba. Los residuos orgánicos eran destinados para los animales, sobretodo para las gallinas. 
Todavía recuerdo que un cubo entero de desperdicios se lo jalaban en apenas 5 minutos las gallinas, su voracidad era tremenda, dejando de lado el pienso, el trigo y la cebada.

El resto de basura, daba igual si era papel o plástico, iba directamente a la estufa. Prácticamente todo el mundo tenía estufa de leña, o braseros, o hacían lumbre en los graneros para la matanza.
El vidrio de gaseosas, refrescos o cervezas una vez vacías se cambiaban en el bar por otra llena.
Así que en definitiva basura, lo que se dice basura, apenas se creaba y se aprovechaba todo.

Hoy en día,  ponen envases para todo incluso para solo dos plátanos. Antes nuestras madres compraban todo a peso, por lo que la utilización de plástico era excaso, simplemente la misma bolsa se reutilizaba.

Los agricultores también buscan un sostenimiento del campo, a través de la alfalfa o leguminosas, para así no avasallar a la tierra con abonos químicos y dando más nutrientes beneficiosos a la tierra. Además, con técnicas de la siembra directa hacen que la tierra no sufra tanto.

Los que no viven el campo tienen una buena razón para proteger el medio ambiente, que es el lugar donde viven; pero el agricultor, a parte de esta buena razón, tiene otra: que vive de él y es su "oficina", la más bonita y grande del mundo.

Entre todos podemos mejorar el pueblo.



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