Días tranquilos como una especie de transición.
Pero disimulada esa transición, sigue habiendo mucho movimiento y trasiego, la gente del campo continua trabajando y preparando el terreno, otros se encuentran podando los árboles y demás plantas.
Lo que se ha sembrado ya, espera a gritos algo de agua en este suave y seco invierno. Aunque la primavera entrante no augura un cambio de tendencia a corto plazo, todavía se está a tiempo de mejorar, pero como no llueva pronto...
Escasa nieve se ve a lo lejos en el Moncayo dominador de la Sierra Ibérica,
En el pueblo la gente aprovecha a realizar reformas en las casas.
Momento ideal para echar cemento, donde las heladas no son tan fuertes y el trabajo se hace aceptable sin el exceso calor de las horas centrales del días y las heladas fuertes del invierno duro.
Aunque cada vez año hay más casas vacías debido a las recientes muertes, los hijos del pueblo continuan manteniendo las casas para volver aunque sea en verano.
Siempre hay un hueco para volver, sueño con volver a Almazul, incluso cuando estoy en Almazul, continuo soñando en volver a Almazul en cualquier etapa.
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