Muchos han sido los regalos procedentes de amigos y familiares, y muchas muestras de cariño hacia Elisa.
Da gusto volver a la esencia del pueblo, donde todos los días recibiamos fruta y productos de los huertos vecinos, al no estar ya laborable el de mi padre. Queda demostrada la solidaridad y generosidad en el pueblo, a veces tan ausente en las grandes capitales.
Estamos convencidos que mi madre desde el cielo estaría muy feliz con todas vuestras muestras de cariño y agradecidas en nuestro humilde y renovado hogar.
MUCHAS GRACIAS A TODOS, de vuestra sobrina (ya sea de sangre o amistad, que es lo mismo) Elisa.
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