lunes, 8 de diciembre de 2014

Los guardianes del paraíso castellano

Paseando por las ciudades, hay un bullicio navideño inmenso. Masas de gente paseando, luces que incitan a consumir, grandes almacenes abarrotados, donde apenas se puede andar sin empujar a alguien sin querer.

Hacen recordar,  que unos sitios con tanta gente o Almazul con tan poco. Que poco repartida está la población, desde luego.

Muchas casas con las puertas cerradas con maderas o plásticos. Donde solamente el silencio lo rompen los tañidos de la campanas del reloj o el pitido del panadero o de algún vendedor ambulante.

Ya solamente quedan los irreductibles numantinos que defienden el pueblo del vandalismo, de la soledad y del olvido. Son los que protegen los servicios básicos como son el centro médico, cura, misa semanal, coche de línea, limpieza en las calles...

Mantienen esa delgada línea fina que separa el concepto de "pueblo" a "despoblado".

Ellos guardan para que todo este perfecto para la vuelta en el verano, que todo permanezca intacto como siempre, y eso se debe gracias a estos cuidadores de los pueblos minúsculos de la ancha y llana Castilla.

Ah, por si se olvida, que ya estamos en adviento:

FELICES NAVIDADES
MOLTS D´ANYS
ZORIONAK
BO NADAL
BON NADAL

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