Con las ayudas del Covid se ha invertido en el arreglo del cementerio.
Ha habido unas dotaciones procedentes del Ayuntamiento y de la Diputación Provincial de Soria.
Han puesto un amplificador y unas antenas nuevas, ya que las anteriores se estropearon en septiembre del año pasado.
Ha costado en total 10.000 euros.
Está muy bien invertir en aquel lugar donde se va a estar mucho tiempo, incluso una eternidad.
El cementerio, que algún vez se ha comentado por este blog, fue inagurado en 1.947.
Esta fecha figura en la puerta de hierro, a ambos lados, con los números 19 y 47.
Sobre la década de los 40, se propuso sacar el cementerio del término municipal. El cementerio estaba situado al lado de la iglesia parroquial, en pleno centro del pueblo.
Se recomendaba que, por razones de salubridad, el cementerio estuviese lejos de la población.
Según los antiguos del lugar, comentan que hubo discrepancias entre la población, el cura y el episcopado. Una de las razones motivo de discusión es que el cementerio era propiedad de la iglesia, y el nuevo cementerio sería municipal, por lo que el arciprestazgo dejaría de cobrar los emolumentos por se enterrado allí. Todo esto provocó que se terminase de construir unos años más tarde.
Debido a los numerosas muertes que viene sufriendo el pueblo, como consecuencia de la avanzada edad de su población, el cementerio se va llenando poco a poco.
Al final no habrá ni hueco en el cementerio, ni gente que nos entierre, allá cuando nos muramos, como siga así. Mientras tanto seguiremos disfrutando de Almazul, que no es poco.