A pesar de la amenaza de lluvia, el 27 de mayo, el tiempo respeto el gran ambiente que había en Almazul, exceptuando cuando se iba a comer que llovió durante unos excasos minutos.
Mucha gente se acercó a celebrar la festividad de la Blanca.
A las 13.30 horas se celebró la tradicional procesión con la Virgen de la Blanca y el pendón colorado, llevado por Jesús y Jacintín.
La misa fue oficiada por José Antonio, por la tarde no pudo acudir ya que lleva 30 pueblos y son fiestas también en la mayoría de ellos. Pero acudió un seglar de La Pereda.
Más de 100 personas albergaron el Salón Multiusos para degustar las carrilleras con los respectivos entrantes y de postre helado más el café, sin contar a las casi dos docenas de niños que pululaban por doquier y alegraban aún más el ambiente jovial, festivo y hermandad
Por la tarde después del Rosario, se realizó la tradicional subasta de royos, donde se alcanzaron precios altos, alcanzando una deleitosa tarta por 80 euros.