Una vez empezada la primavera, el tiempo se vuelve inestable con cambios bruscos.
Así ha transcurrido la Semana Santa, con tiempo variable. Jueves Santo fue ventoso y el Viernes Santo cayó una nevada de improviso a las 6.15 de la mañana, que sobre las 12.00 ya se había regalado toda. Algo típico en Almazul. Hay que recordar que hace ya muchos años, en la salida de la Virgen de la Soledad a la ermita en la misma festividad de Viernes Santo, cayó una copiosa nevada.
El sábado fue un día de transición y al final el domingo de Resurección volvió a salir el sol e hizo una excelente jornada. A pesar del tiempo, mucha gente se acercó a Almazul a disfrutar de estos días tan placenteros.
El Cabildo, como viene siendo costumbre, se celebró el jueves antes de la misa y se subastaron los banzos para el viernes.
El domingo de Ramos la Virgen de la Soledad es llevada por turnos por las mujeres de la ermita a la iglesia. Mientras que el Viernes Santo es devuelta a la ermita pero solamente por 4 hombres y sin relevos.
El Domingo de Resurección se hizo la procesión a la ermita por la mañana con la Virgen del Rosario enlutada. La Virgen del Rosario queda a fuera, pero se le da pleitesía a la Virgen de la Soledad dentro de la ermita. Allí se canta el Ave María en riguroso latín, la tradición no se pierde.
Acto seguido se subasta la retirada del manto negro a la Virgen del Rosario.
Quitadle el manto a María
quitadle su velo negro
para que vea esa imagen;
a su divino cordero
A esa
que ha quitado el manto
Cristo la protegerá,
dándole paz en la tierra
y gloria en la eternidad
Al finalizar la misa se recordaron todos los difuntos de forma nominal, la lista cada año es más larga, parece el cuento del nunca acabar, es preocupante.
A la salida de la misa, se siguen dando los buenos días como antaño se realizaba nada más poner el pie fuera de la iglesia.
Todavía las mujeres se colocan en las primeras filas de la iglesia y los hombres en las últimas filas.
Por contra en las procesiones es todo lo contrario.
